martes, 18 de junio de 2013

Concierto económico vasco:¿privilegio o pacto?

No están siendo pocas las horas que se están dedicando en Euskadi a discutir sobre el concierto económico y el cupo desde que Pere Navarro (Secretario General del PSC) abriera este fin de semana la caja de los truenos.

Como en casi todas las grandes discusiones, entre los discutidores se pueden distinguir dos grandes grupos, quienes tienen un profundo conocimiento del asunto y quienes hablan en base a prejuicios, referencias o simplemente un indisimulado interés de arrimar el ascua a su sardina, sea ésta el centralismo exacerbado de UPyD o el soberanismo de EHBIldu.

Pero, ¿qué es el concierto económico y qué el cupo? 

El concierto económico es el acuerdo que regula las relaciones tributarias y financieras entre la Administración General del Estado y la Comunidad Autónoma del País Vasco, según el cual, Euskadi regula y recauda los impuestos con los que hace frente al coste de las competencias que tiene asignadas por el Estatuto de Gernika.

El cupo, por su parte, es el pago correspondiente a los gastos que el Gobierno central tiene en la Comunidad Autónoma Vasca, además de la aportación de la Comunidad al Fondo de Compensación Interterritorial. El cupo está fijado en el 6,24%. 

O lo que es lo mismo, Euskadi, paga el 6,24% del coste total de los gastos en los que incurre el estado para hacer frente a las competencias exclusivas que le otorga la Constitución, algunas, por cierto, de muy dudoso valor como la monarquía o el ejército.

Este 6,24% se paga sin tener en cuenta cuál ha sido el resultado de la recaudación en Euskadi;  tiene una vigencia quinquenal y la cantidad exacta se ajusta anualmente vía pacto entre Euskadi y el Gobierno. 

Hasta aquí los datos, que nadie discute, aunque insisto, hay quien no los conoce. La pregunta por lo tanto es ¿supone este modelo un privilegio y un ejercicio de insolidaridad con respecto al resto de CCAA? 

Según el Eustat y el INE, Euskadi tiene un peso relativo del 6,2% del PIB del estado y una población del 4,61%. 

Con estos datos, por lo tanto, no parece que una aportación del 6,24% a los gastos del estado sea insolidario o privilegiado; si todas las CCAA aportaran en la misma proporción, los gastos del estado estarían cubiertos y Euskadi habría puesto su parte.

Eso sí, con menos población que otros lo que efectivamente, deriva en una renta per capita mayor, pero en números macro, digamos que los vasquitos/as ponemos en el bote más o menos lo que nos toca, siempre y cuando nuestro PIB se mantenga en estos términos, porque si bajase o subiese, también tendríamos que poner la misma cantidad. 

¿Cuál es entonces el problema? 

Para el PSOE y UPyD el problema radica en que mientras Euskadi se queda con lo que las Diputaciones recaudan en sus territorios (menos ese 6,24%) otras CCAA sufren un desajuste más o menos importante entre lo que recauda el Ministerio de Hacienda en su territorio y lo que reciben en términos monetarios del gobierno central. 

Es decir, que mientras Euskadi se descuenta lo que le toca en términos de PIB para el sostenimiento del estado, en el resto de comunidades, en lugar de gestionar directamente sus ingresos, es el Gobierno central quien recauda y reparte, siendo Cataluña de las más perjudicadas en el reparto con respecto a lo recaudado en su territorio.

Ahora bien, ¿este es un problema entre Cataluña y el estado o entre Cataluña y el resto de CCAA? 

Como ya he comentado, el Concierto Económico es consecuencia de un pacto entre Euskadi y el estado y forma parte de las reglas básicas del modelo autonómico español. 

¿Es nuestro pacto con España revisable? Sin duda, pero no será a Cataluña a quien le corresponda formar parte de esa negociación como no nos corresponde a los vascos decidir el futuro de Cataluña dentro del estado o sobre el tipo de inversiones que el estado haya decidido realizar en el Valencia, por poner un ejemplo.

Si hay algo que se deba cambiar en el modelo actual, tendrán que ser aquellos quienes lo pactaron los que se encarguen de su adaptación, o no, según el acuerdo al que lleguen. 

Al resto, como a los espectadores en las partidas de mus les toca "callar y dar tabaco".

2 comentarios:

  1. Si estas comunidades se hacen las cuentas ya os podéis imaginar las que son. Es de antisociales, no en vano por allí campa el terror, para el que no esté de acuerdo, tener privilegios hoy en día. Y el nombre no es cupo es EXTORSIÓN, porque encima del holocausto que han hecho, nos lo cobran en cómodos plazos y tienen el doble para un alumno o un parado que en Andalucía por ejemplo. Es robo consentido por la cobardía del pueblo español, pòrque de los políticos con que no los maten, ya se bajan los pantalones sobre el país Asco, y digo Asco porque de allí han salido 300.000 huyendo de las pistolas o de la intolerancia.. No podemos firmar porque nadie deja de tener miedo ante los sicarios.

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  2. Pacto no extorsión ¿ qué pueblo puede tener privilegios sin abusar o decir que es un pacto ? Si a un Aragonés se dedica la mitad que a un vasco por un puesto de trabajo ? Eso esw por pacto o por extorsión.

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